La palabra éxito aborda muchas perspectivas, es la sensación de plenitud en cada una de las áreas de la vida, la sensación de logro en lo que hemos deseado. Estas emociones van acompañadas por reglas que apoyan a su permanencia.
Con el entendimiento de que somos Dios a su imagen y semejanza, aunque suene fuera de lugar en el tema del éxito, solo el 20% de la humanidad lo concibe así. Cada generación de padres elimina la comprensión divina e inculcan a los pequeños futuros de la humanidad el programa de ser exitosos y por qué no, ser el número uno, estableciendo así la competencia y separación.
Se da más enfoque a lo material, el poder de la mente sobre la materia surge la idea hacia el dinero como una meta y no como un medio, dejando de lado el plan de alma, la cual si sigue los acuerdos previos con el humano obviamente su tránsito por la tierra será exitoso.
Un ser de éxito, de impacto es integral, el área material es importante porque apoya a estabilizar los primeros planos de supervivencia, pero no elimina las demás áreas, situación que hace dormir a las personas en ilusiones irreales generando emociones negativas por un vacío existencial, si es que no se está realizando la misión de la persona.
El éxito es un estado de ser que responde a estímulos positivos.
Según la Kabbalah, madre de siete ciencias, hay pasos que ayudan a crear más éxito, aunque primeramente debemos eliminar creencias como la suerte y visualizar sin acción.
Recuerda la frase “ayúdate que yo te ayudaré”, la palabra clave es actuar con actitud y energía, porque recuerda que todo es energía.
Otro punto es el miedo, una emoción polar que tiene como fin mantenernos vivas, pero nos detiene si le damos poder. Se elimina el temor adquiriendo inteligencia y claridad de lo que quieres hacer y hacia dónde vas. Cualquier causa para ser exitosa es válida y apoya más acompañarla con el alma, atraer cosas buenas para ti y para otros.
Hay un sistema reactivo al cual los seres humanos estamos conectados, es mantener un equilibrio de dar y recibir, es decir; crear personas exitosas a nuestro alrededor y compartir tu éxito para generar abundancia, estabilidad y prosperidad.
Da siempre con la mentalidad de compartir, al crear vacío, se llena el vacío con el entendimiento de que la energía es movimiento.
Estar o no estar es como la naturaleza, el invierno y la primavera en un punto de regeneración, entre más vacío más lleno, entre más vacío hay mayor espacio para recibir.
El éxito es el poder de regenerarnos, el éxito es conciencia.
Los siete puntos son:
1. Respetarme a mí misma y lo que hago
El producto o servicio que yo vendo tiene que ser mejor constantemente. Tu producto o servicio es una extensión de ti. Afirma: YO SOY UNA PERSONA EXITOSA, respeto mi producto o servicio, mi persona, mi carácter, mis sentimientos, mi físico y mi alma.
2. Perseverancia
Cuando las cosas parecieran estar fuera de mi control, lo intentaré una y otra vez con una actitud positiva hasta dar el resultado deseado, recuerda que las fallas son caminos conocidos que aprenderás a no tomar en el proceso hasta dar al clavo.
3. Delegar, compartir el liderazgo
Otros también tienen la capacidad de aprender, conocer y compartir. Ayudar a otros a ser exitosos es primordial, recuerda que es la unión y que un verdadero líder se rodea de expertos, de los mejores, sin temor a perder un trono o corona ególatra.
4. Capacidad de aprender de otros
Todos tienen algo que enseñar, aceptar puntos de vista. Se dice “no matar al mensajero”, es decir, alejar a alguien que de buena fe te comparta su experiencia. Es bueno siempre preguntar otras opiniones para tener contrastes, ninguna idea es más que un grupo de mentes.
5. La capacidad de unir o armar las cosas
Integrar pensamientos, emociones y acciones positivas para un fin común, ser congruente e íntegra. El autocontrol se logra al unificar la inteligencia del cerebro y el corazón en el actuar cotidiano.
6. No tener miedo a admitir el fracaso
Tener una gestión del fracaso es vital para el éxito, porque te tengo noticias, probablemente vas a fallar, puede ser una batalla, pero no la guerra. Es importante aprender de los errores y corregir el rumbo, la experiencia te dará fortaleza para seguir adelante en nuevas fórmulas.
7. Compartir y Dar
Al ser exitosa tendrás la oportunidad de compartir, si alguien te necesita y le ayudas estarás dando reciprocidad a lo recibido. Compartir da fuerza, el que no aspira no respira, vive con toda tu energía. La mejor manera de ayudar a un pobre es no ser tu pobre.
Ahora sí, lista para volar, porque recuerda que todas las intenciones no valen sin una pequeña acción.
Con información del Rabino Idal - Centro Kabbalah
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